SIETE
PECADOS CAPITALES. SIETE MILLONES DE PARADOS.
El
dato avanzado esta pasada semana por el INE, es elocuente: más de 6.200.000
parados. Sigue, además, una clara tendencia; en aumento desde 2008. Pero sin
embargo, no recoge el paro potencial, el que existiría si no hubieran salido
del país al menos 400.000 jóvenes (desde el inicio de la crisis), sumados a más
de 200.000 inmigrantes en España que han decidido “re-emigrar” a sus países de
origen (esta cifra, sólo en el año 2012), dejarían el récord, sobre todo
comparado a la población, en 7 millones de parados. Uno por cada salvaje
estupidez económica cometida.
1)
Confundir
una crisis de demanda con una de oferta
El primer error de calado fue sin duda
éste. Pese a que todos los indicadores hablaban claramente del color de la
crisis, las diversas autoridades se empeñaron en hacernos creer que la salida
única y mejor a aquella era a través de políticas de contención de la demanda;
es decir, recortando gastos y aumentando impuestos.
Todo esto, después de ver que todos los indicadores de demanda caían en picado: la demanda del consumidor, la confianza del mismo y el propio gasto (inversión) de las empresas. Reducir el gasto público para “equilibrar la balanza”, fue, ha sido y es la mayor obsesión política; todo ello sabiendo que el gasto público es uno de los tres grandes componentes de la demanda (los otros dos son las economías familiares y las empresas); con lo que reduciendo el gasto público, dada la naturaleza de la crisis, han abundado en el problema en vez de solucionarlo.
Todo esto, después de ver que todos los indicadores de demanda caían en picado: la demanda del consumidor, la confianza del mismo y el propio gasto (inversión) de las empresas. Reducir el gasto público para “equilibrar la balanza”, fue, ha sido y es la mayor obsesión política; todo ello sabiendo que el gasto público es uno de los tres grandes componentes de la demanda (los otros dos son las economías familiares y las empresas); con lo que reduciendo el gasto público, dada la naturaleza de la crisis, han abundado en el problema en vez de solucionarlo.
2)
Confundir
endeudamiento privado con endeudamiento público
Pese a que la crisis se originó como
consecuencia de un excesivo endeudamiento privado (en nuestro país, estallido
de la burbuja inmobiliaria), fue el Estado el señalado con el dedo acusador, la
cabeza de turco. De hecho, en España, las cuentas públicas nacionales estaban, en muchos
apartados, mejor que nunca, hasta el punto de alcanzar el saldo positivo en la
balanza comercial, hecho inédito desde la Primera Guerra Mundial. Con los datos
en la mano, Deuda Pública y Déficit Presupuestario arrojaban, justo antes de la
crisis, mejores cifras que prácticamente cualquiera de los países de nuestro
entorno.
Así, los incrementos tanto en la deuda pública como en el déficit presupuestario, son consecuencias de la crisis (más que de la crisis de las políticas ejecutadas para “solucionarla”) y no su causa, porque justo por las políticas de recortes, aumenta el número de parados, disminuyendo el consumo y por lo tanto las cotizaciones sociales (peses a las diversas subidas impositivas, los ingresos públicos apenas sí han variado); lo que por el lado de los gastos redunda en que, obviamente, hay que alimentar a esos parados (ver evolución de las prestaciones sociales en el gráfico, que pasan de 11’6% del PIB a más de un 16% a finales del 2012).
Así, los incrementos tanto en la deuda pública como en el déficit presupuestario, son consecuencias de la crisis (más que de la crisis de las políticas ejecutadas para “solucionarla”) y no su causa, porque justo por las políticas de recortes, aumenta el número de parados, disminuyendo el consumo y por lo tanto las cotizaciones sociales (peses a las diversas subidas impositivas, los ingresos públicos apenas sí han variado); lo que por el lado de los gastos redunda en que, obviamente, hay que alimentar a esos parados (ver evolución de las prestaciones sociales en el gráfico, que pasan de 11’6% del PIB a más de un 16% a finales del 2012).
También se aprecia el salto producido en
2009 como consecuencia del plan E (cuya idea era correcta, pero la aplicación
en actividades cortoplacistas fue un error brutal), y que, pese a que en el
resto de años no se ha gastado más en términos absolutos, proporcionalmente
(caída de la producción y aumento de diversas partidas que conforman el gasto
Público, como las prestaciones sociales) sí lo ha hecho. De hecho, Por lo tanto,
pese a que el sector público siempre ha sido señalado y condenado, lo cierto es
que su cifra actual del 84’2% de deuda
pública sobre el PIB a cierre del 2012, parece ridícula comparada con un 205’9% sobre el PIB de deuda privada un año
antes.
Fuente: elaboración propia a partir de datos de
Eurostat y el Banco Mundial.
Fuente: laopinioncoruna.es
Fuente: elaboración propia a partir de datos de
Eurostat.
3)
Primar
la contención de la inflación por encima del crecimiento y del empleo
Como consecuencia de los dos anteriores
puntos, se aplicaron políticas de ajuste,
que traducido son políticas de contracción de la demanda (lo que sumado a la ya
de por sí caída de ésta, se tradujo/ha traducido/está traduciendo en una hiper-contracción/destrucción
de la misma); así vinieron y vienen los recortes en gasto público y las subidas
impositivas. Desde distintos organismos, como la UE, el BCE o el FMI, se habló
de control de inflación, y en especial el BCE se empecinó en mantener una
política monetaria restrictiva con relativamente elevados tipos de interés (en
comparación con su homólogo estadounidense la Reserva Federal), lo que sumado a
las diversas políticas fiscales restrictivas, una vez más, han ido encaminadas
a reducir tanto el tamaño del sector público (el gran Satán de la crisis) como su gasto, terminando de minar las ya
maltrechas economías.
Por tanto, de unas matemáticas tan infantiles como elocuentes e irrefutables, se extrae que sobre 3 variables han controlado una (que tampoco hace falta hacer grandes alardes, pues en líneas generales basta con mantener unos tipos de interés relativamente elevados [en este caso, relativamente va con respecto a EEUU]), pudiendo haber corregido las otras 2 variables que, además, van de la mano y repercuten directamente en la economía del país y en sus ciudadanos.
Por tanto, de unas matemáticas tan infantiles como elocuentes e irrefutables, se extrae que sobre 3 variables han controlado una (que tampoco hace falta hacer grandes alardes, pues en líneas generales basta con mantener unos tipos de interés relativamente elevados [en este caso, relativamente va con respecto a EEUU]), pudiendo haber corregido las otras 2 variables que, además, van de la mano y repercuten directamente en la economía del país y en sus ciudadanos.
Los resultados han sido evidentes: la
inflación se ha mantenido en niveles inusualmente bajos, mientras diversas
economías (particularmente la española) han sido destrozadas (más de lo que ya
estaban, debido a las “políticas” económicas aplicadas) en las otras 2 variables
macroeconómicas fundamentales: producción y empleo.
4)
Potenciar
un sector de bajo valor añadido y (además) tratar de que vuelva a ser (el
mismo) motor económico durante/después de la crisis
En el caso español, además, el vigoroso
crecimiento de los años anteriores se había sustentado sobre un sector (el de
la construcción) de escasa aportación al total productivo, al estar realizado
con factores productivos fácilmente sustituibles (baja cualificación del
trabajador).
El problema fue que, este sector, era prácticamente el único sobre el que se sustentaba dicho crecimiento. Pero el mayor pecado, está en el empecinamiento de los actuales gobernantes por intentar reflotar dicho sector haciéndolo además al viejo estilo, tal como lo demuestra la nueva Ley de Costas (aprobada siguiendo los cánones de pasadas legislaturas populares; es decir, en absoluta soledad) al reducir de 100 a 20 metros el espacio litoral protegido lo que, desde fuentes del Ministerio de Medio Ambiente, “en los 80 metros de diferencia, desde la perspectiva de la Ley de Costas, no habrá prohibición para edificar”. Esto anterior sabiendo que en España existen 3’4 millones de viviendas vacías, lo que significa un 13’5% de las viviendas existentes, y que mismo entre 2008 y 2010 (año de últimos datos disponibles) el parque de viviendas había aumentado un 5’2%. En el camino de estos 5 años, quedan sectores alternativos claves (como el automovilístico o energético) que no se han tocado y que bien nos podrían estar sacando de la crisis. Y esto, sin abundar en la caída de las partidas de I+D. De película. De película de terror, por supuesto.
El problema fue que, este sector, era prácticamente el único sobre el que se sustentaba dicho crecimiento. Pero el mayor pecado, está en el empecinamiento de los actuales gobernantes por intentar reflotar dicho sector haciéndolo además al viejo estilo, tal como lo demuestra la nueva Ley de Costas (aprobada siguiendo los cánones de pasadas legislaturas populares; es decir, en absoluta soledad) al reducir de 100 a 20 metros el espacio litoral protegido lo que, desde fuentes del Ministerio de Medio Ambiente, “en los 80 metros de diferencia, desde la perspectiva de la Ley de Costas, no habrá prohibición para edificar”. Esto anterior sabiendo que en España existen 3’4 millones de viviendas vacías, lo que significa un 13’5% de las viviendas existentes, y que mismo entre 2008 y 2010 (año de últimos datos disponibles) el parque de viviendas había aumentado un 5’2%. En el camino de estos 5 años, quedan sectores alternativos claves (como el automovilístico o energético) que no se han tocado y que bien nos podrían estar sacando de la crisis. Y esto, sin abundar en la caída de las partidas de I+D. De película. De película de terror, por supuesto.
5)
Supeditar
intereses nacionales a agentes y grupos de intereses extranjeros
A instancias de diversos organismos y
organizaciones e instituciones internacionales (como el FMI durante buena parte
de la crisis [pese a que ahora, casi 5 años después del inicio de la misma, sea
el único que se esté dando cuenta de su gravísimo error e inicie tímidas
recomendaciones para que se frenen los ajustes], la UE, el BCE, las agencias
crediticias e incluso determinados bancos incluso implicados en el estallido de
la crisis (Goldman Sachs, Morgan Stanley) se han ido aplicando dichas políticas
de ajuste, dichas reformas. Todo ello, sin tener en cuenta
el interés general, el interés del país, el interés de los ciudadanos que al
final, configuramos España.
Incluso, hasta tal extremo ha salido mal
este punto, que cuando la ciudadanía hubo de pronunciarse, lo hizo temerosa de los mercados, votando, en definitiva, la
opción de los ajustes, los recortes y el paro. Además de la corrupción, que
aunque no teníamos indicios de Bárcenas, sí sabíamos de desmanes en las
Baleares y Valencia, entre otras partes. No nos engañemos, no es que la otra
opción fuera mucho mejor, pero al menos mostraron la buena opción (el plan E
[aumentar el gasto público]), si bien la aplicación del mismo fue una chapuza.
6)
Despilfarrar
el factor trabajo
Una de las riquezas de un país, quizás la
mayor desde el punto de vista económico, desde el punto de vista de producir,
qué duda cabe que son sus ciudadanos, sus trabajadores; tanto mayor es ésta
cuanto mayor sea la formación y capacidad de la misma. Siguiendo esta misma
teoría, parece factible, hablando claro, que tanto mejor para un país cuanto
mejor sean tratados sus trabajadores y más contentos se les tenga.
Sin embargo, con alrededor de 23.000€ netos de media por trabajador (lo que corresponde a poco más del 80% del salario medio de la zona euro para el año 2011), con un salario mínimo de los más bajos de la zona Euro, una tasa de desempleo del 27’16%, y más de 400.000 jóvenes (muchos de ellos universitarios) que ya han abandonado el país; sumados al hecho de que en España se trabaja (bueno, los que no están en el paro, claro) más horas, durante más años (hasta los 67 de jubilación [de momento]), en peores condiciones y cobrando menos que en otros países como Alemania (¿a que sí, Merkel?) el resultado es que España no parece ser el paraíso del trabajador. Lo anterior, sin haber hablado de las diversas reformas, que en la práctica, bajo el rimbombante nombre de flexibilización del mercado de trabajo, no han supuesto sino reducir los derechos y las condiciones del trabajador.
Sin embargo, con alrededor de 23.000€ netos de media por trabajador (lo que corresponde a poco más del 80% del salario medio de la zona euro para el año 2011), con un salario mínimo de los más bajos de la zona Euro, una tasa de desempleo del 27’16%, y más de 400.000 jóvenes (muchos de ellos universitarios) que ya han abandonado el país; sumados al hecho de que en España se trabaja (bueno, los que no están en el paro, claro) más horas, durante más años (hasta los 67 de jubilación [de momento]), en peores condiciones y cobrando menos que en otros países como Alemania (¿a que sí, Merkel?) el resultado es que España no parece ser el paraíso del trabajador. Lo anterior, sin haber hablado de las diversas reformas, que en la práctica, bajo el rimbombante nombre de flexibilización del mercado de trabajo, no han supuesto sino reducir los derechos y las condiciones del trabajador.
Para colmo, volviendo a la cifra de los
400.000 jóvenes, han sido formados con dinero español, y están produciendo y
pagando (muchos) impuestos en países extranjeros que, en su práctica totalidad,
no han invertido ni un solo euro ni en ellos ni en su formación. Esto, por
mucho que Esperanza Aguirre diga que es “motivo de orgullo” (señora ésta que no
es la primera vez que nos asalta con sus iluminadas declaraciones [hoy mismo
señalaba que “la alternativa es reducir más gastos”]), es un confirmación más
de su absoluta necedad, porque formar trabajadores jóvenes cualificados (con el
tiempo, además, que ello supone) para entregarlos gratuitamente al exterior
para que produzcan y generen riqueza y paguen impuestos fuera, es el negocio
más ruinoso que puede hacer un país.
Fuente: elaboración propia a partir de datos de
Eurostat.
Salario neto
|
2004
|
2005
|
2006
|
2007
|
2008
|
2009
|
2010
|
2011
|
European Union (27 countries)
|
21.206
|
22.025
|
23.174
|
24.368
|
24.990
|
23.885
|
23.919
|
24.228
|
Euro area (16 countries)
|
24.107
|
24.817
|
25.962
|
27.077
|
27.660
|
26.890
|
27.559
|
27.892
|
Spain
|
19.095
|
20.248
|
21.627
|
22.931
|
23.464
|
22.847
|
22.769
|
22.855
|
Porcentaje salario
|
2004
|
2005
|
2006
|
2007
|
2008
|
2009
|
2010
|
2011
|
Respecto a zona €
|
79,21%
|
81,59%
|
83,30%
|
84,69%
|
84,83%
|
84,97%
|
82,62%
|
81,94%
|
Respecto a UE-27
|
90,05%
|
91,93%
|
93,33%
|
94,10%
|
93,89%
|
95,65%
|
95,19%
|
94,33%
|
Fuente: elaboración propia a partir de datos de
Eurostat.
7)
Recapitalización
bancaria incondicional
La guinda en lo alta de la gran tarta que
nos estamos comiendo viene del lado de uno de los actores que empezaron el
juego, la banca: la cual está siendo recapitalizada con dinero público, y que a
finales de 2012 suponía más de 55.000 millones de euros (sumados a las
diferentes subastas de dinero realizadas por el BCE a finales de 2011 y a lo largo
de 2012, en las que los bancos españoles se hicieron deudores de más de 200.000
millones de euros), dicha recapitalización, no lo olvidemos, se está realizando
con dinero público (del estado español y el BCE), en muchos casos al 1% de
interés (mientras los intereses para el resto de la ciudadanía oscilan entre el
3-5-7%), en un momento en que como hemos visto antes, existen en España 3’4
millones de viviendas vacías (13'5% del parque total de viviendas en España) y desde el inicio de la crisis ha habido 400.000
ejecuciones hipotecarias, muchas de ellas finalizadas en desahucio.
Y donde además, esa misma banca no hace llegar el dinero a la economía real del país (como ya hemos dicho en otras entradas, ni antes se trataba de tanto, ni ahora de tan calvo) Si uno se tapa los ojos, creería estar escuchando alguna de las disparatadas películas de los hermanos Marx, pero como siempre, la realidad supera ampliamente a la ficción.
Y donde además, esa misma banca no hace llegar el dinero a la economía real del país (como ya hemos dicho en otras entradas, ni antes se trataba de tanto, ni ahora de tan calvo) Si uno se tapa los ojos, creería estar escuchando alguna de las disparatadas películas de los hermanos Marx, pero como siempre, la realidad supera ampliamente a la ficción.
CONCLUSIÓN:
Con todo, para este 1 de mayo, el
resultado es la nada desdeñable cifra de más de 6 millones de desempleados (oficiales);
casi 7 si tuviéramos en cuenta los que deberían estar pero justo porque hay
otros 6, no pueden. Así que eso, a
festejar la fiesta del trabajo, sin trabajo.
El Ventilador by Pedro Héctor Pérez García is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported License.
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